¿Estás escuchando tu cuerpo? Nuestro cuerpo habla un idioma diferente al nuestro, pero siempre busca la forma de hacernos llegar el mensaje.
A veces nos habla en forma de dolor de tripa, otras veces con problemas de piel o incluso en ocasiones con taquicardias. Se que puede parecer extraño… ¿mi cuerpo me genera malestar para hablar conmigo? Sí, es la forma que tiene de llamar tu atención.
A veces forzamos mucho nuestro cuerpo, porque trabajamos muchas horas, hacemos mucho deporte, no lo alimentamos de forma adecuada... o incluso lo forzamos yendo a planes que no me apetecen, juntándome con gente que me hace sentir incómodo, diciendo que sí a todo... llega un momento que no puede más, o incluso que no quiere más. Necesita decirnos urgentemente que paremos, que descansemos, que cambiemos algo.
Igual te suenan frases como "bueno, por un día..." "no me cuesta nada ayudarle" "no me encuentro tan mal" Estas frases a veces son nuestro peor enemigo, porque nos alejan de nuestro malestar y no nos permiten sentirlo. El problema de no conectar con nuestro dolor es que no podremos arreglarlo. Las personas cambiamos cuando somos conscientes del daño que sufrimos y queremos algo mejor, pero muchas veces este dolor lo bloqueamos y entonces es muy difícil generar cambios de rutina, de amistades, de pareja... Por eso es tan importante ser conscientes de cómo estamos y sobretodo permitirnos sentir ese dolor; darle un espacio, compartirlo.
¿Esto quiere decir que si le hago caso, las señales desaparecerán? Nuestro objetivo no es eliminar esta alarma ya que nos protege, siempre que aparece nos ayuda a parar y entender qué cambios necesito. Sin embargo, lo que sí queremos conseguir es que las señales sean más amables, menos intensas; ese sí es n
uestro objetivo. Piénsalo, si nunca nos mandase ninguna señal, podríamos acabar siendo esclavos de los demás, de lo que nuestro entorno quiere de nosotros, haríamos locuras, no nos cuidaríamos… por eso es tan importante que aprendamos a entender nuestro cuerpo.
En terapia buscamos aprender a relacionarnos con nuestro interior y las señales que nos manda el organismo. Cada persona es un mundo, por lo que las formas de expresar el malestar también serán individuales de cada uno.
Te animo a qué pienses cuáles son las formas que tiene tu cuerpo de hablarte, ¿las escuchas? ¿haces algo para cambiar eso que te está pidiendo tu cuerpo?