"Es lunes y ya estoy pensando en el viernes". ¿Te suena familiar?
A veces, esa sensación de aburrimiento durante la semana se debe a la rutina y la falta de conexión emocional. En ese momento nuestra mente vuela directamente al fin de semana, ¿verdad? Porque ahí es donde creemos que encontraremos la diversión y la desconexión.
Pero aquí está la trampa; al hacerlo, estamos entrenando a nuestra mente para enfocarse constantemente en el futuro y descuidamos el arte de vivir el presente. Así que, cuando llega el tan esperado fin de semana, repetimos el mismo patrón: ya estamos pensando en el próximo plan del siguiente fin de semana o en el próximo viaje. Sin quererlo, perdemos el disfrute del momento presente, y este hábito afecta diversas áreas de nuestras vidas, desde nuestras relaciones personales hasta nuestro rendimiento laboral.
Por eso, es crucial fortalecer nuestra atención en el aquí y ahora. Una excelente manera de hacerlo es incorporando pequeñas alegrías o planes sencillos en nuestro día a día, sin esperar a que llegue el fin de semana para desconectar.
¿Cómo?
Te propongo un ejercicio fácil: planifica una actividad para cada día de la semana, ya sea por la mañana antes de comenzar el trabajo, en el descanso, durante la comida o por la tarde. Intenta que cada actividad sea diferente, aportándote algo nuevo, un estímulo fresco o la oportunidad de desconectar del trabajo. Recuerda, puede ser simplemente comer conscientemente, darte un baño relajante, hablar con un amigo... Reconectemos con los pequeños placeres de la vida.
De esta manera, tu atención se centrará en el día presente, y no estarás constantemente mirando hacia el futuro cercano. Recuerda, cada día puede tener su propia dosis de alegría si le prestamos la atención que se merece.
Si estás decidido a trabajar tu atención en el día a día y dejar de vivir en el futuro, contacta conmigo para empezar tu proceso.